Lucha Canaria
La lucha canaria es un deporte vernáculo de las Islas Canarias. Se caracteriza por la habilidad para aprovechar la fuerza del contrario y por la nobleza. Tiene como principio básico el desequilibrio del adversario hasta hacerle tocar el suelo con cualquier parte de su cuerpo que no sean las plantas de sus pies. Para quebrar la estabilidad del rival no se permite la lucha en el suelo, como ocurre con otras modalidades, ni ninguna clase de llaves o estrangulaciones.
Cuando dos luchadores se encuentran en el centro del terrero estrechan sus manos en señal de amistad, nobleza y tradición. Inician el agarre colocándose frente a frente y cada uno introduce su mano izquierda en el remango derecho del pantalón del oponente. Inclinan sus cuerpos hacia delante por la cintura, hasta quedar sus hombros derechos juntos, a la misma altura. Colocando los brazos derechos en posición vertical, unen las palmas de las manos y las bajan hasta tocar el suelo con las puntas de los dedos. Validada esta secuencia por el árbitro, éste dará la señal de comienzo de la agarrada haciendo sonar su silbato.
La lucha se desarrolla dentro de un círculo, que puede ser de arena, tierra u otros materiales, denominado `terrero´, cuyos dos círculos céntricos tienen unas dimensiones mínimas que han de ser de 15 y 17 metros de diámetro respectivamente. En él, dos luchadores se enfrentan agarrados intentando derribarse.
Anteriores a la conquista, los aborígenes de las distintas islas no tenían prácticamente contacto entre sí, y este tipo de lucha se extendía por las diferentes islas. Por tanto, la lucha debió surgir primero en el continente y más tarde se produjo la llegada de los pobladores. Se sabe que en el norte de África existen luchas similares, que pudieran emparentarse con la lucha que los antiguos canarios practicaban en Canarias. Es uno de los legados más importantes que, desde el pueblo aborigen de las islas, ha llegado hasta nuestros días. Cronistas y escribanos de la conquista de Canarias por la Corona de Castilla hablan de la lucha como una de las características más destacadas de la población autóctona.
En lucha canaria, una maña es un movimiento o conjunto de movimientos con el único fin de derribar al contrario sin golpearlo. Para ello pueden utilizarse tanto piernas, brazos y movimientos del cuerpo siempre que respeten las reglas establecidas. Podemos dividir las mañas en tres grupos: